martes, 31 de mayo de 2011

TRIADAS . De Suso Camuñas.

Próxima muestra en el 
MUSEO DE ARTE CONTEMPORÁNEO "FLORENCIO DE LA FUENTE" DE REQUENA

Empresario de profesión y artista por vocación, Suso Camuñas ha adoptado un estilo que se podría definir como pintura intuitiva. A lo largo de más de treinta años, este artista ha trabajado casi todas las vanguardias artísticas hasta llegar a encontrar de una manera natural su estilo particular.
Inspirado por el mundo que le rodea, Camuñas encuentra en la pintura una manera de evadirse de la realidad, encontrando en el día a día la inspiración y temática de su obra. Consigue, pues, la manera denunciar todo aquello que no pueden expresar las palabras.

CROMÁTICOS.
Un paso más allá de las obras abstractas, cromáticos es una serie que lleva el poder del gesto hasta la última consecuencia. Con reminiscencias de la tradición caligráfica japonesa, los trazos minimalistas de esta serie tienen el poder de transportar nuestra imaginación.
El color y la materia quedan supeditados a un gesto fortuito que condicionarà el resultado. El color de estos acrílicos es un misterio que se desvela una vez que el cuadro está acabado ya que se mezcla directamente sobre el papel en la misma aplicación, escapando al control del artista, es el azar quien crea.


FLORS D'ESTELS
Miles de años después de que el hombre fijara su mirada en el firmamento en busca de pistas sobre el futuro, Suso Camuñas nos descubre una nueva constelación cromática. Flors d’Estel es una muestra de cómo los astros han evolucionado en la mente del artista hasta convertirse en bellas flores estelares que nos deslumbran con su luz y sus destellos metalizados, alejándose de las tradicio-nales representaciones, mezclando conceptos y dando lugar a una nueva especie, o a una nueva galaxia, que sólo podremos disfrutar en su obra donde, con una sola mirada, nos acercaremos al cielo más terrenal creado jamás.

PATERAS
Dentro el paisaje nocturno sólo dos cosas interrum-pen la oscuridad: la blanca luz de la luna y el reflejo de la madera de una vieja patera en el horizonte. La noche es tan negra como la desesperación de unas personas obligadas al exilio. La travesía es larga y agotadora, y saben que muchos no llegarán a la Ítaca soñada.
Suso Camuñas representa esta angustia y soledad a través de la insignificancia de unas barcas agrietadas, casi como la luna que los observa como único testigo. La noche, en cambio, es densa y con textura, y sus límites se expanden más allá de las profundidades marinas.
En la paleta, pues, sólo dos colores: blanco y negro. Los colores del paisaje, pero también los colores de la piel. Entre estos dos tonos hay una distancia más allá de la meramente geográfica. Una distancia que a veces se convierte en un abismo.

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